miércoles, 15 de marzo de 2017

Alma de puta

Soy muy puta, sí, simple y llanamente, con toda la potencia y el morbo que desprende esa palabra.

Incluso mis parejas formales me lo han llamado en la cama y me excita mucho.

Disfruto mucho con el  sexo y me gusta que haya quien elige pagarme por disfrutarlo conmigo. Le da un valor añadido que lo hace muy especial y muy morboso.

Creo que el secreto de que guste a quien me conoce y me llamen en repetidas ocasiones es precisamente que notan que me gusta, que no finjo, ni estoy deseando terminar. 

Y es que el sexo, cuando es un juego y un placer compartido es lo mejor que ha creado la naturaleza humana.

Notar a un hombre erecto o a la humedad de una mujer me excita. 
Oler el deseo me excita. 
Anticipar el deseo me excita. 
Vivo excitada.

Fuera de la cama (sofá, cocina, jacuzzi, coche o donde sea que surja la pasión) soy educada, guardo las formas, soy algo tímida y comedida.

Pero en los encuentros sexuales soy una hembra en celo, junto con la ropa abandono  las convenciones sociales, la timidez, me abandono a la lujuria y es el cuerpo y la sed del otro cuerpo quien me domina.

Me siento viva y liberada.

Por eso, sí, soy puta, y encantada de serlo.




 

jueves, 8 de diciembre de 2016

Recuperar mi esencia



He intentado durante esta larga etapa ser formal, llevar una vida respetable y normal.

Es llevadero, se sobrevive. 

Es tranquilo, estable, sin emociones fuertes.

Sin embargo, algo de mi esencia se va disipando y voy perdiendo tonalidades de color, profundidad, riqueza interior.

Quiero volver a esa libertad, a no esconderme de los mundos escondidos, a experimentar placer y juegos.

Quiero recuperar mi esencia, ¿Te apetece echarme una manita?